Tengo 46 años y dos maravillosos hijos, ser madre ha sido para mi la experiencia más grande y hermosa que he tenido en mi vida porque el amor de una madre a nada se puede igualar. Esta se entrega sin pedir nada a cambio, los atiende y se desvive por ellos. Ahora es cuando puedo entender a mi madre y a todos estos padres y madres que están aquí con nosotros en la residencia.
A día de hoy tengo una pequeñita residencia de gente mayor en la localidad de A Pontenova de la cual me siento muy orgullosa no combaría mi trabajo por nada del mundo,aunque mucha gente le parezca mentira y digan que estoy loca.este pequeño negocio me ha enseñado muchas cosas,que la alegría de vivir es lo mejor que debemos tener,que hay que aceptar el día a día y dependiendo de esto podemos ser mas o menos felices;la vida es tan buena maestra que todo lo que vayamos sembrando hará que veamos lo bueno y lo malo y todo tendrá su aplicación en un futuro,me ha enseñado que deberíamos vivir el día a día porque puede ser el ultimo,tratar de mirar los problemas como si fuesen nubes de humo pasajeras que no puedan terminar con la paz de nuestros días hasta que llegué ese final y contentos de a el llegar, donde sera el momento de recoger los frutos sembrados,si hemos sembrado cariño nuestra familia nos recordara por toda esa felicidad que hemos dado en nuestro caminar. También me ha enseñado que la soledad no es la mejor compañera y mas cuando eres mayor pero también puedes estar rodeado de mucha gente y estar solo es triste pero es así;cuando uno se va haciendo mayor carece de importancia los grandes lujos y añoras más la compañía y el cariño que te pueden dar. Si necesitamos grandes asistencias iremos a un hospital, mientras tanto déjennos ser personas y no números.
Aunque la gente no hable, lo dice todo con la mirada y el corazón y esos gestos nunca mienten. La vida disfrútala todo lo que puedas, sólo se vive una vez, aunque suena a canción. Lo pasado nunca vuelve, sólo creo que se puede encontrar la felicidad si se vive con intensidad. Una señora que estuvo aquí con nosotros, me dijo un día que me vió preocupada (porque aunque parezca que no, ellos se dan cuenta de todo) cuando vayas a la playa métete de golpe, porque si lo haces poco a poco al final terminarás por no mojarte toda, y a los problemas hay que hacerles igual, agarrarlos con fuerza, zambullirte en ellos de golpe y deshacerlos hasta acabar con ellos, porque si no lo haces así nunca terminarán, pasará como con el agua del mar.
NACIMIENTO DE LA EMPRESA C.L.C (Concepción López Cancelos)
La empresa CLC tiene sus orígenes en el año 2004. Comenzó como empresa de limpieza que fué la que dió a conocer nuestro trabajo, a la que gracias a ella, contactamos con mucha gente mayor con grandes necesidades, en ocasiones no sólo de limpieza, sino de atención personalizada, cuidados básicos y compañía. Motivo por el que posteriormente empezó a funcionar la empresa de ayuda a domicilio que también dirigimos. Empresa autorizada e inscrita en el registro de entidades prestadoras de Servicios Sociales de la Xunta de Galicia con el nº AS-1820.
Se comenzó trabajando por los pueblos de A Pontenova, como As Selas, Santalla, A Picota, Villaboa, Goyos, Villaeimil, etc.
En el año 2005 se hizo concierto con la Xunta de Galicia para llevar a cabo el Programa de Cheque Asistencial de la antigua Consellería de Sanidad y Servicios Sociales, consistente en una ayuda económica para ayudar a sufragar los gastos que los mayores tienen al recibir el servicio. En aquel entonces, se contaba con 12 auxiliares de ayuda a domicilio que se dedicaban a hacer el trabajo propiamente dicho, con una trabajadora social que se encargaba de la coordinación y seguimiento de los casos, así como de las coordinación con la Consellería de Sanidad y SS.SS.
El servicio de ayuda a domicilio es un trabajo muy agradecido, del que se recopilaron un montón de anécdotas. En muchos de los domicilios las auxiliares pasaban frío por no poder encender la cocina de leña, ya que la leña no se podía gastar,por supuesto tampoco había calefacción ,ni agua caliente,aveces se te quedaban las manos congeladas al fregar los platos. No había productos para desempeñar las tareas de limpieza en todo caso jabón de lagarto eso si a trocitos para que durase, teníamos mucha suerte si había lejía y no te cuento si había friega platos ya era la monda. La alimentación se basaba en caldo gallego y patatas hervidas con carne de cerdo y con lo que se podía coger por el huerto en caso de haberlo. El postre era la medicación que en la mayoría de los casos abundaba y era suficiente para no tener que tomar fruta o yogur. Aunque esta gente de aquí está viviendo muchos años y con más salud de la que estoy segura vamos a tener nosotros.
Las auxiliares a mayores, además de tener el curso de ayuda a domicilio y demás formación era muy importante que hubieran recibido clases de magia para poder realizar su trabajo en algunos casos. Son anécdotas que fueron la base de la empresa para mejorar el día a día y progresar hacia un aumento de calidad de vida de nuestros mayores.
Progresivamente la empresa fue ampliando territorio en la prestación del servicio, se trabajó mucho por la zona de Trabada, pueblos como la Ría de Abres, Balboa, Fórnea... a los que agradecemos, tanto al ayuntamiento como a toda su gente, el apoyo que en esos principios nos dieron, depositando toda su confianza en nosotros.
Posteriormente, en el año 2008 la empresa sufrió un período de decadencia a consecuencia de la implantación de la "Ley de promoción de la autonomía personal y atención a personas en situación de dependencia" y por otro lado la suspensión del Programa de Cheque Asistencial. Muchos de los usuarios que estaban recibiendo el servicio a través del Cheque Asistencial se pasaron a la prestación del la llamada Ley de dependencia, en el cual el servicio pasaba de ser privado-concertado a ser público, prestado por la administración local, y la empresa se quedó tan sólo con 3 auxiliares.
Finalmente, gracias al proyecto de creación de la Vivienda Comunitaria que se estaba consolidando al mismo tiempo que se sufría esa decadencia del servicio de ayuda a domicilio, la empresa pudo seguir en pié, siempre mejorando y ampliando las prestaciones a nuestros mayores.
Las residencias y centros de ancianos han pasado de ser casi innombrables a ser lo cotidiano de hoy en día. Sin embargo, yo, como gerente y trabajadora de la vivienda comunitaria que dirijo, no quería que mi "residencia" fuera como la mayoría de las existentes, sin menospreciar ninguna. No quería un centro grande simplemente, quería que fuera un hogar familiar, donde los mayores estuvieran atendidos y cuidados y que, además, se sintieran como en casa, donde predominara un trato humanizado y personalizado, en el que no fueran un número sino un nombre. Con esta idea quería empezar a trabajar; así lo hice y lo sigo haciendo. El resultado está en la satisfacción de los mayores que residen en el centro....eso es, para mí, el mayor logro.